La salida educativa es una instancia de aprendizaje muy rica, pues el niño experimenta la adquisición o ampliación del conocimiento de una manera práctica y real.
Cada salida implica una preparación previa desde lo cognitivo y afectivo. Todo lo que se trabaja con anterioridad a la visita permite que permite mayor profundidad y significado en el aprendizaje.
En cuanto a lo afectivo, se propicia la independencia y autonomía, aunque siempre acompañado por su maestra y helper. Esto beneficia su crecimiento y le brinda seguridad. El trabajo continúa a partir de experiencias, con diversas actividades, que favorecen el aprendizaje